El reguetonero cubano con residencia permanente en Estados Unidos, Ramón Lavado Martínez, popularmente conocido como El Chacal, patrocinó a siete miembros de su familia que arribaron en la tarde de este jueves al aeropuerto de Miami, gracias al parole humanitario.
El Chacal llegó con su hijo en brazos al reencuentro con su madre, su tía, sus abuelos y una prima que también arribó a Estados Unidos junto a su esposo y el sobrino del cantante urbano. Lágrimas, sonrisas y flashes de cámaras caracterizaron el emotivo momento.
“El equipo está completo”, aseguró El Chacal, quien en declaraciones se mostró sorprendido por la rapidez con la que había sido aprobado su proceso de parole.
“¿Qué más se le puede pedir a la vida? Gracias… Gracias a toda la gente que ha hecho posible esto y en especial gracias a Dios Todopoderoso”, expuso ante las cámaras que inmortalizaban la llegada, dedicando también un tiempo para tomarse fotos con sus fans allí presentes.
Desde Marienao a la Ciudad del Sol, el abuelo Ramón, con sus 93 años y de quien lleva el nombre El Chacal, le decía a su nieto con voz entrecortada: “Te lo propusiste y lo cumpliste”. Y es evidente la complicidad entre ambos que va mucho más allá de compartir la misma sangre, el mismo nombre e incluso la pasión por la música. En entrevistas anteriores, El Chacal ha declarado que la figura paterna en su vida siempre ha sido su abuelo, y que no solo quería cantar como él, sino ser como él. Juntos grabaron hace 7 años el emblemático tema “Lágrimas Negras”.
El año pasado, El Chacal compartió en redes un fragmento del tema que le compuso a su abuelo, titulado “Mi tocayo Ramón”.
“Si supieras que me encanta verte caminar
y no saber lo que piensas
Tal vez piensas en una mujer,
yo sé que la tratas bien,
al igual que a la madera.
Que te bendiga Dios, por ser buen padre
por ser mi inspiración.
Apréndete otra canción,
de esas que te gustan a ti,
para escucharla yo.
Enséñame a cantar de nuevo
con tu voz, con tu corazón
con tus espejuelos…”
La mayoría de sus seguidores lo felicitaron en los comentarios, alegres del logro personal del reguetonero, quien hoy nos recuerda ese emblemático cuento infantil de los hermanos Grimm “El sastrecillo valiente o Siete de un Golpe”. Otros lamentaron la suerte que han corrido en el proceso de parole, ya sea por no cumplir con todos los requisitos para beneficiarse del programa o por no tener la estabilidad económica necesaria para hacerse cargo de más de un miembro de su familia.