Aproximadamente 250,000 migrantes y solicitantes de asilo cubanos han llegado a Miami en los últimos 18 meses, según informó la agencia estadounidense AP.
Este ingreso a territorio estadounidense sucede “después de que se les otorgara un estatus legal precario que a menudo no incluye permiso para trabajar, lo cual es esencial para construir una nueva vida en Estados Unidos,” señala el texto.
Asimismo, se asegura que esta afluencia está “maximizando la red de seguridad social de los migrantes en las comunidades religiosas de Miami, que desde hace mucho tiempo han integrado a quienes escapan de la persecución política, la falta de libertades y la escasez de productos básicos.”
Sobre este tema, el reverendo David Monduy, párroco de la Iglesia Rescate, advirtió que la situación actual “es lo más triste: la cantidad de gente que llega y no podemos ayudar.”
No obstante, AP señala que los líderes religiosos de Miami y sus congregaciones continúan firmes en su misión de ayudar a los nuevos inmigrantes, aunque están haciendo sonar la alarma de que la necesidad se está volviendo inmanejable.
El informe amplía que “el número de llegadas por mar directamente a Florida y aquellos que arriban por la frontera de Estados Unidos y México ha aumentado a principios de este invierno.”
Además, confirman que para la mayoría de los recién llegados, la mejor esperanza de establecerse en Estados Unidos es obtener asilo, pero “los tribunales de inmigración están tan retrasados que los inmigrantes pueden estar en limbo durante años, sin poder acceder a trabajo legalmente.”
Por su parte, el arzobispo de Miami, Thomas Wenski, comentó que “es completamente irracional que no otorguen permisos de trabajo. Debido a eso, el gobierno puede empeorar una situación que aún no es tan mala.”
La cubana Daneilis Tamayo es uno de los casos citados por AP, quien llegó a Miami en el último año y medio tras una larga travesía y ha contado con la ayuda de los feligreses, quienes no solo proporcionan alimentos y ropa, sino que también ayudan a educar a los inmigrantes sobre sus opciones legales.
Entre estas iniciativas se encuentra un foro de migración organizado por la Iglesia Católica de San Miguel Arcángel junto con el despacho legal Catholic Legal Services a mediados de febrero, sobre un nuevo programa que permite que 30,000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos ingresen a Estados Unidos cada mes, siempre que cuenten con un patrocinador que respalde su situación financiera por dos años.
