Foto: Raúl Arboleda/ AFP/ Getty Images
Texto: Mónica Fernández
El presidente Joe Biden ha propuesto al cubanoamericano Frank Mora como embajador de los Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos. La noticia, que fue inicialmente mencionada por el New York Times y posteriormente confirmada por la Casa Blanca a través de un comunicado, se produce en un contexto de múltiples crisis en el hemisferio.
A widely respected academic who has the added benefit of being a highly competent and effective policymaker, @FrankMora_FIU’s nomination underscores the Biden administration’s commitment to Pan-Americanism. https://t.co/3GP2aAxuR6
— Juan S. Gonzalez (@Cartajuanero) July 29, 2021
Al cierre de 2020, Frank Mora anunció su retiro como director del Centro Kimberly Green para América Latina y el Caribe de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), tras siete años en el cargo. En ese momento, comunicó que tomaría un año sabático para luego abordar nuevos proyectos.
Como especialista en política latinoamericana y declarado demócrata, Frank Mora es una voz reconocida en círculos académicos y políticos. Su experiencia en seguridad nacional está respaldada por su papel como Subsecretario de Defensa para el Hemisferio Occidental – de 2009 a 2013 – durante la presidencia de Barack Obama, así como por su labor como profesor de Estrategias de Seguridad Nacional y Estudios Latinoamericanos en el National War College y la National Defense University. También ha trabajado como consultor para la Biblioteca del Congreso, el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, el Instituto Nacional Demócrata, el Departamento de Estado, la OEA y el Comando Sur.
Frank Mora ha sido crítico de la política de sanciones de Estados Unidos hacia Cuba. En un artículo de opinión publicado tras la elección de Donald Trump, anticipó que “…parece que pronto volveremos a las políticas de ‘sentirse bien’ al aplicar medidas punitivas contra una dictadura, a pesar de que esas políticas han demostrado ser extremadamente ineficaces y contraproducentes durante los 55 años que estuvieron vigentes. Por lo tanto, es probable que volvamos a recorrer este camino, a pesar de los numerosos estudios que demuestran que las sanciones económicas unilaterales raramente logran el efecto deseado, especialmente si el objetivo es el cambio de régimen.” Sus palabras se confirmaron durante los cuatro años de la administración Trump.
El siguiente paso para su confirmación como embajador de Estados Unidos ante la OEA es la aprobación del Senado, donde se anticipa que encontrará resistencia por parte de los senadores cubanoamericanos Marco Rubio y Bob Menéndez.
Nominating Frank Mora, an outspoken supporter of engagement with the regime in #Cuba, to be the US Amb to the OAS is yet another slap in the face to Cubans demanding freedom.
— Marco Rubio (@marcorubio) July 29, 2021
¿Qué podríamos esperar de Frank Mora respecto a Cuba, de ser confirmado?
Primero, recordemos que, como diplomático, Mora seguirá las decisiones e instrucciones de la Casa Blanca. Sin embargo, sus conocimientos, experiencias y contactos (su sucesor en la FIU es un expresidente costarricense) pueden ser activos invaluables para llevar a cabo las negociaciones diplomáticas del gobierno estadounidense en la región.
En una entrevista realizada en junio de 2020, tras su retiro de la FIU, a Mora se le preguntó si Biden debería adoptar un enfoque similar al de Obama respecto a Cuba. Su respuesta de hace un año coincide plenamente con lo que la administración estadounidense sostiene hoy: “El compromiso con Cuba significa empoderar al pueblo cubano – cómo ayudamos al pueblo cubano a ser agentes de cambio. Algunas políticas adoptadas por el presidente Trump respecto a las remesas y a los viajes han resultado muy perjudiciales para el pueblo cubano. Creo que Biden revertirá esas acciones. Pero también ha dejado claro que espera más en cuanto a la relación con el gobierno cubano en materia de derechos humanos y democracia”.
Frank Mora no llegará a la OEA con el objetivo exclusivo de proponer una flexibilización respecto a Cuba. En cambio, otras crisis regionales podrían ocupar un lugar prioritario en su agenda. Sin embargo, puede convertirse en una voz moderada e informada que lidere negociaciones discretas con gobiernos aliados. Su experiencia en temas de defensa sugiere que esa será la perspectiva desde la cual abordará su trabajo: gestionando posibles amenazas regionales a la seguridad nacional de los Estados Unidos.