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El 5 de enero de 2022, tras un anuncio del presidente Joe Biden, surgieron preocupaciones en la comunidad migrante. Este anuncio establece que los cubanos, nicaragüenses y haitianos que intenten llegar a las fronteras de EE. UU. serán retornados a los países por donde ingresaron o deportados.
La nueva directiva tiene efecto inmediato y aclara que todos los cubanos que intenten ingresar a EE. UU. de manera irregular pueden ser devueltos o admitidos en un proceso de deportación acelerado.
Sin embargo, existe un punto de consideración en medio de esta situación. El Gobierno mexicano ha emitido un comunicado comprometiéndose a recibir mensualmente a 30 mil nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, que pudieran ser devueltos por las autoridades estadounidenses a territorio mexicano.
Además, el Gobierno de EE. UU. ha anunciado nuevas medidas de control fronterizo, incluyendo un programa de asilo para cubanos, haitianos y nicaragüenses.
La directiva se aplica a quienes lleguen a las fronteras estadounidenses de forma irregular, ya sea por vía terrestre o marítima, con el objetivo de reducir la migración ilegal, especialmente la de los balseros, que es una de las más peligrosas y en aumento.
Es importante que sepas que la única vía de entrada válida para los cubanos será por medios aéreos, y “solo en casos excepcionales se permitirá la entrada a través de tierra o puertos no aéreos”, según el comunicado.
Para ser considerados elegibles bajo esta nueva directiva, se requiere que las personas tengan un patrocinador en EE. UU. que se comprometa a apoyar financieramente al emigrante durante la duración de su parole. Los aspirantes deben aprobar una verificación de antecedentes de seguridad nacional y pública por parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) estadounidense, y deben costear su propio viaje desde su ubicación hasta un puerto interior en EE. UU., tal como afirma un artículo de El Toque.
Los cubanos que tengan órdenes de deportación emitidas en los últimos cinco años, o quienes hayan ingresado sin autorización a EE. UU., México o Panamá después del 9 de enero de 2023, no podrán acceder a un parole según esta nueva norma.
Además, el proceso debe ser iniciado por personas que residen en EE. UU. y que deseen ser patrocinadores, no por los cubanos que deseen emigrar.
Para ser patrocinador, se debe residir en EE. UU., y no es obligatorio ser de origen cubano o residente permanente. Aquellos que tengan un estatus legal en el país, incluidos quienes estén bajo un parole vigente o hayan recibido una orden de deportación diferida, pueden actuar como patrocinadores.
Es fundamental que los patrocinadores aprueben la verificación de antecedentes y demuestren tener recursos financieros suficientes para recibir, mantener y apoyar al migrante durante la duración del parole.
Pero, ¿qué es un parole? Es un tipo de libertad condicional que el secretario de Seguridad de EE. UU. puede otorgar a personas que ingresan de manera irregular al país. Aunque no equivale a una admisión definitiva, otorga al beneficiario el estatus de «solicitante de admisión», lo que le permite solicitar y obtener un permiso de trabajo.
El parole se concede por un período de hasta dos años. Además de contar con un patrocinador, permite a los beneficiarios acceder a asistencia humanitaria y otros beneficios de inmigración, como bonos de comida o efectivo. Tras un año, los cubanos podrán aspirar a modificar su estatus migratorio amparados en la Ley de Ajuste Cubano.