A pesar de las restricciones impuestas a Fincimex por el Gobierno de Estados Unidos, que llevaron al cierre de más de 400 oficinas de Western Union en toda la Isla, la entidad ha seguido gestionando remesas a Cuba desde otros mercados.
Según Yamil Hernández González, gerente general de Fincimex, la empresa ha cumplido con sus obligaciones hacia más de diez compañías que operan remesas hacia la Isla. “Se ha perfeccionado y ampliado su integración con la banca comercial cubana; recientemente, Bandec se unió a la opción de remesas directas a cuentas bancarias”.
Asimismo, su plataforma transaccional aisremesascuba.com continúa activa. El directivo mencionó que si se levantaran las sanciones, Western Union podría ofrecer remesas directas a cuentas bancarias en los bancos Metropolitano, BPA y Bandec. “Las remesas se acreditarían de inmediato en cuentas en moneda libremente convertible”.
Aunque todavía no hay decisiones claras de Estados Unidos sobre el tema de las remesas, la entidad cubana está al tanto de la situación. Cabe recordar que hace 45 días, Joe Biden recibió recomendaciones del grupo de trabajo que él mismo estableció para evaluar las opciones de reapertura.
El portavoz indicó: “En ocasiones, ciertas transferencias no llegan en los tiempos esperados, precisamente debido a las dificultades generadas por las medidas coercitivas del Gobierno de EE. UU., y los clientes afectados no siempre comprenden las razones del retraso. En esos casos, es responsabilidad de Fincimex informar, aclarar y no cesar en la búsqueda de alternativas”.
“La inclusión en la lista de entidades restringidas no solo interrumpe las relaciones con entidades estadounidenses, sino que también complica la gestión de flujos en general, a través del sistema bancario internacional. Para enfrentar esta problemática, es necesario contar con un equipo enfocado, comprometido, innovador y responsable”, añadió.
Se ha cumplido un año desde que el gobierno de Estados Unidos implementó sanciones al envío de remesas hacia Cuba, con el objetivo de evitar que el dinero cayera en manos de “empresas militares”.
Desde entonces, más de 400 oficinas de Western Union han cerrado en la isla, y el flujo de envío de dinero desde EE.UU. se ha visto afectado de manera considerable. Miles de cubanos se han encontrado imposibilitados de acceder a estos servicios.
Más allá de esto, uno de los principales reclamos de ambas partes involucradas en las remesas, cuando se utilizaba Western Union, era que estas se acreditaran en la misma moneda con la que se enviaban desde Estados Unidos. “No hemos dejado de trabajar internamente en la adecuación de las plataformas”, afirmó a la prensa estatal Hernández González, anunciando que ya “se ha concluido el desarrollo necesario para integrarnos con Western Union en una nueva modalidad”.