¿Son los carteles del cine cubano candidatos a convertirse en patrimonio de la humanidad?

Lo más Visto

Foto: RRSS

Una colección de emblemáticos carteles del cine cubano tiene la aspiración de convertirse en Patrimonio Universal de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Estos soportes comunicativos se han transformado en obras de arte coleccionables, gracias al valor estético e histórico que han acumulado a lo largo de los años. Las gestiones documentales para que los carteles sean incluidos en la UNESCO fueron anunciadas a través del perfil de Twitter de la embajadora y representante permanente de Cuba ante esa instancia, Yahima Esquivel.

Junto a los carteles cinematográficos, también las Actas capitulares del Ayuntamiento de La Habana están siendo consideradas. Ambos conjuntos de documentos entrarían a ser valorados como Patrimonio Documental del mundo.

La colección de carteles abarca desde la segunda mitad del siglo XX, especialmente aquellos que forman parte de la historia fundacional del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC). El cartel cubano como obra de arte ha sido objeto de un análisis detallado por parte de especialistas y curadores.

En este marco, una nueva generación de diseñadores que inició su obra en el siglo XXI se reconoce como heredera de esta rica tradición en la isla.

Cada cartel de la colección está impreso en serigrafía, lo que convierte cada pieza en una obra única y aumenta su valor coleccionable.

Con esta iniciativa, las autoridades cubanas buscan la protección y promoción internacional de estos carteles, además de apoyar el trabajo de la Cinemateca de Cuba, institución que alberga la colección original en sus archivos.

En cuanto a las Actas Capitulares del Ayuntamiento de La Habana, la colección consta de 273 libros que abarcan desde 1550 hasta 1898, según informó la funcionaria cubana representante ante la UNESCO en su tuit.

Estos documentos han atravesado una historia compleja hasta que, en 1927, Emilio Roig, quien era conocido como historiador de la ciudad y que en ese momento se desempeñaba como Comisionado Intermunicipal, decidió rescatarlos. Esta acción le otorgó reconocimiento y prestigio, y en 1935 fue nombrado historiador de la capital cubana.

Más Noticias

Últimas Noticias