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Un grupo de científicos cubanos está llevando a cabo una investigación sobre el riesgo de ciguatera en Cuba, utilizando técnicas moleculares y nucleares, en el marco del estudio denominado CIGUATOX.
El proyecto, liderado por el Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos (CEAC), tiene como propósito “contribuir a las evaluaciones de riesgo por ciguatera mediante la aplicación conjunta de técnicas moleculares y nucleares en el análisis de la diversidad, distribución y toxicidad de los dinoflagelados bentónicos tóxicos Gambierdiscus spp. y Fukuyoa spp.”, como explicó la Dra. C. Lisbet Díaz Asencio, jefa del estudio, a la agencia estatal Prensa Latina (PL).
La investigadora también señaló que este proyecto complementará las acciones de transferencia de tecnologías nucleares y métodos moleculares enfocadas en el tema de las Floraciones de Algas Nocivas (FANs).
A pesar de los avances, puso de manifiesto que las capacidades técnicas y humanas desarrolladas hasta el momento para la vigilancia y monitoreo de microalgas potencialmente tóxicas implicadas en la ciguatera “no son todavía suficientes, y necesitan ser fortalecidas mediante la introducción de herramientas moleculares para identificar las especies responsables”.
Díaz mencionó, además, otras entidades estatales que participan en CIGUATOX, que se beneficiarán de la información científica generada sobre las especies productoras de ciguatoxinas en Cuba, lo cual tiene implicaciones potenciales en la ocurrencia de casos de ciguatera.
La ciguatera es una forma de intoxicación alimentaria que se produce al consumir pescado contaminado con ciguatoxinas. En la actualidad, es considerado el tipo de intoxicación por biotoxinas marinas más común en el mundo.
Los enfermos pueden experimentar síntomas que van más allá de vómitos y diarrea, incluyendo dolor muscular, picazón, alteraciones en la sensibilidad, problemas respiratorios y pérdida de cabello, aunque estos varían entre los pacientes. Por lo tanto, se aconseja acudir al médico de inmediato si se sospecha de esta enfermedad.
El pasado octubre, la Oficina Nacional de Inspección Estatal en Cuba emitió una alerta sobre la venta de especies de peces tóxicos, cuyo consumo puede provocar “graves daños a la salud humana, incluyendo la muerte”.
Una nota en la prensa de Matanzas subrayó que la comercialización se estaba realizando tanto en la vía pública como a través de redes sociales, advirtiendo a la población de no adquirir estos peces.
La entidad estatal identificó a vendedores en varios puntos de la provincia occidental, enfatizando que no se deben comprar “peces que no se conozcan y que puedan ser propensos a causar ciguatera”.