Foto: Facebook
Esta semana, el periodista cubano Héctor Lázaro González llegó a EE.UU. tras emprender un arriesgado viaje desde Cuba, ya que no pudo obtener un visado humanitario para tratar su insuficiencia renal crónica.
La noticia fue confirmada por su colega Mónica Baró en su perfil de Facebook, donde informó que el joven llegó a territorio estadounidense “después de casi un mes de travesía migratoria desde Cuba.”
Baró recordó que su amigo padece de insuficiencia renal desde 2018 y “ante las dificultades para acceder a un visado humanitario que le permitiera viajar legal y seguro”, González “tomó la difícil decisión de salvar su vida”.
“No tenía tiempo. En Cuba ya no le quedaba ninguna esperanza. Los médicos no podían hacer más por él”, escribió la periodista, quien reside en EE.UU., junto a varias imágenes.
Además, destacó que “Héctor realizó la travesía con un catéter al corazón, el número 24 que le colocan para la diálisis, y con una infección. Tuvo que someterse a diálisis en distintas clínicas que encontró en el camino y sacar fuerzas de lo más profundo del alma para continuar.”
Su decisión se debió a que “no podía esperar por una cita en México”, así que “decidió llegar a la frontera, entregarse, y de rodillas ante los guardias explicó su situación. Entró por San Diego, California, justo a medianoche del 3 al 4 de diciembre, en un estado de salud muy delicado, con falta de aire, y todavía con infección.”
Debido a su delicada condición, Héctor fue llevado inicialmente a un centro de detención donde fue examinado por un médico y luego trasladado al Centro Regional Medical Center de San Diego, donde permanece hospitalizado “con tratamiento de antibiótico intravenoso, y bajo evaluación médica. Es probable que le cambien el catéter.”
En cuanto a su situación migratoria, Baró comentó que “lo liberaron con i220A y le dieron fecha de corte para 2027, pero ahora mismo su prioridad es recibir atención médica y salvar su vida.”
Asimismo, recordó que el dinero recaudado en GoFundMe se utilizó casi en su totalidad para cubrir el costo de la travesía y las diálisis necesarias.
“Héctor llegó, como casi todos los migrantes, con la ropa puesta y no mucho más. Además, su abrigo se rompió al saltar un muro, quedando enganchado en un alambre de espino,” amplió Baró.
Finalmente, mencionó que el propio Héctor deseaba que se actualizara sobre su historia y agradeciera una vez más a quienes lo han apoyado y preocupado por su recuperación.
“Su historia refleja la realidad actual del sistema de salud cubano. Y aunque ya Héctor está en un hospital en Estados Unidos, seguirá necesitando mucha solidaridad de la comunidad cubana,” concluyó Mónica.
En octubre de 2022, González solicitó ayuda en redes sociales debido a su enfermedad, que lo mantenía en un régimen de hemodiálisis, un tratamiento imposible de realizarse en Cuba actualmente.
A través de un emotivo video, Héctor relató que le diagnosticaron la enfermedad mientras trabajaba en China en 2018 y volvió a la isla en un estado de salud muy comprometido. Desde entonces, ha tenido breves momentos de mejoría gracias al tratamiento recibido, pero su situación se ha vuelto crítica en los últimos meses.
Por la gravedad de su enfermedad, necesitaba diálisis peritoneal, un tratamiento que utiliza el revestimiento del abdomen del paciente para filtrar la sangre dentro del organismo.
“Actualmente me encuentro en fase terminal de la enfermedad y la única forma de sobrevivir es estar conectado a una máquina de Hemodiálisis varias veces por semana. Estoy atravesando una situación difícil, pues pronto no podré seguir con la hemodiálisis por problemas vasculares. El otro tratamiento que podría salvarme no se está realizando en Cuba por falta de insumos. Les pido a todos que vean y compartan este video. Necesito su ayuda,” publicó en ese entonces en su perfil de Facebook.
A pesar de recibir atención médica en Cuba, a cuyos profesionales agradeció, la situación de Héctor se agravaba. “Mi tiempo se agota porque ya he tenido muchos catéteres. Han tenido que cambiármelos por constantes infecciones que son muy peligrosas. Con este que tengo ahora, me queda poco tiempo y no se sabría qué hacer si hay que retirarlo,” añadió.
Por ello, González solicitó ayuda para “gestionar una visa humanitaria hacia cualquier país donde pueda recibir tratamiento y continuar vivo,” haciendo un llamado al Ministerio de Salud Pública para que le faciliten la documentación necesaria cuando llegue el momento de realizar el trámite.
Ante esta imposibilidad, se vio obligado a emprender este peligroso viaje que muchos cubanos realizan en la actualidad, el cual se complicó aún más por su delicado estado de salud.
Varios colegas y amigos de Héctor han expresado su agradecimiento por su llegada a EE.UU. y desean que el joven, al que consideran una persona de gran valor, reciba pronto atención en ese país.