Los costos de las plantas eléctricas en Cuba aumentan drásticamente debido al apagón general.

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Foto: RL Hevia

Texto: Hugo León

Luego de la reciente caída del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) y el temor a una crisis más profunda durante el verano, los precios de las plantas eléctricas en Cuba han experimentado un aumento considerable.

En redes sociales como Facebook, el fin de semana pasado se incrementaron las publicaciones acerca de diferentes modelos de estos dispositivos, que se han vuelto comunes en numerosos hogares cubanos. Las ofertas son variadas, con equipos que van desde 800 hasta 15,000 watts, y precios que fluctúan entre 220 y 1,500 dólares.

Las plantas de 900 w, que a principios de año costaban 180 USD, ahora se encuentran a 225 USD, mientras que las que antes valían 300 dólares, han alcanzado los 400 USD. En el caso de las de 3000 w, que son quizás las más solicitadas por su capacidad de conectar más aparatos en el hogar, su precio ha pasado de alrededor de 780 USD a casi 900 USD.

El aumento más significativo se observa en las plantas de 3500 y 4000 w, cuyo precio se ha duplicado.

Cada vez que el Sistema Eléctrico Nacional de Cuba se ve comprometido, el precio de estos equipos tiende a subir. En momentos de crisis, la demanda se incrementa y, por ende, también su valor.

No solo los residentes en la Isla adquieren estas plantas eléctricas; quienes están en el extranjero también compran estos dispositivos para sus familiares en Cuba. Su objetivo es garantizar la conservación de alimentos y, al menos, proporcionar un ventilador que ayude a soportar las altas temperaturas, utilizando vías seguras como plataformas que se han consolidado para el envío al mercado cubano, como Cuballama.

Según un comerciante local de estos equipos en La Habana, con quien pudo conversar Cuba Noticias 360, en meses recientes había vendido algunas unidades «pero a chorrito», es decir, no más de dos o tres por semana. Sin embargo, el pasado fin de semana logró vender las 60 unidades que le quedaban.

«Nadie regateó ni protestó por el precio», comentó, y aunque asegura que sus precios son competitivos, confiesa estar sorprendido por la rapidez con la que se vendieron todas. La necesidad, reconoció, moviliza tanto a las familias en la Isla como a las que se encuentran en el extranjero.

Además, mencionó que prefirió no vender las plantas en cantidad a revendedores, a pesar de haber recibido varias ofertas entre el sábado y el domingo. «De todos modos, para el lunes ya estaban todas vendidas y creo que ayudé más al no venderlas al por mayor para que otros las revendieran a precios más altos», expresó.

Las plantas que ofreció eran todas de 3000 w, las cuales, sostiene, tienen la potencia suficiente para «levantar» varios dispositivos y electrodomésticos al mismo tiempo, incluyendo refrigeradores, luces y calentadores de agua.

El apagón total de este fin de semana no es el primero ni el más extenso que ha padecido Cuba en los últimos años, pero una vez más planteó dudas sobre la capacidad de la isla para enfrentar la demanda de energía que se anticipa para el verano.

Las autoridades cubanas han reiterado en los últimos meses que están trabajando en estrategias para reforzar la capacidad de generación instalada, y también aseguran que lo sucedido este fin de semana no se debió a la falta de combustible, sino a una avería en la subestación del Diezmero.

Dicha avería habría causado una gran pérdida de generación en el occidente de Cuba, lo que llevó a la caída del sistema electroenergético nacional.

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