Las Tunas, el primer ganador de Cuba durante los Juegos Olímpicos

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Foto: RL Hevia

Texto: Raúl del Pino

¿Quién podría pensar en organizar el evento deportivo más importante de Cuba de tal manera que su gran final se superponga con la celebración multideportiva más significativa del mundo? Eso es precisamente lo que ocurrió durante la 63 Serie Nacional de Béisbol, en la que la disputa del título entre Las Tunas y Pinar del Río se llevó a cabo en medio de los Juegos Olímpicos de París.

Por esta razón, el segundo campeonato consecutivo de los Leñadores –y el tercero en su historia–, que concluyó este domingo tras vencer en cuatro de cinco juegos a los Vegueros, generó escaso interés, no solo entre los aficionados al béisbol de la isla, sino también para los medios de comunicación, que estaban absorbidos por las emocionantes pero intensas jornadas en la capital francesa.

Sin embargo, es importante mencionar que las escasas expectativas sobre el desenlace del pasatiempo nacional también son resultado de una situación que ha ido acumulándose en los últimos años, donde la calidad del torneo ha disminuido y los problemas organizativos han afectado lo que debería ser un espectáculo más allá de lo deportivo.

Un equipo pinareño renacido, con el ex MLB Alexei Ramírez regresando a la pelota cubana tras 15 años, fue el corazón de una Serie que comenzó de nuevo fuera de tiempo, en marzo, jugándose casi en su totalidad bajo un sol abrasador y en horarios donde las temperaturas superaban los 35 grados.

Los dirigidos por Alexander Urquiola dominaron la fase clasificatoria de principio a fin, con un bateo formidable liderado, además del destacado “el Pirineo”, por William Saavedra y Yasser Julio González. En la postemporada también mantuvieron la intensidad, y nadie dudaba que las probabilidades de campeonar eran mayores a su favor.

No obstante, la euforia de los pinareños, que regresaban a una final después de ocho años, quizás pasó por alto la confianza y solidez de la llamada “pesadilla oriental”, que sin duda se ha constituido como uno de los tres equipos más estables del béisbol insular durante este periodo, junto a Granma y Matanzas.

El entrenador Abeisy Pantoja supo hacerse cargo del legado dejado por Pablo Civil, quien fue clave en aquel primer título de la Serie 58, y desde el año anterior perfeccionó una plantilla donde brillaban los mismos veteranos de siempre –como los hermanos Alarcón, Larduet, Viñales–, junto a nuevos integrantes –Denis Peña y los hermanos Baldoquín– que contribuyeron a dar forma al bicampeonato.

La diferencia más notable entre el anterior cetro –con una victoria sobre Industriales en el Latino– y el actual –el primero que se celebra ante su público en el estadio Julio Antonio Mella– podría encontrarse en la ausencia de un histórico como Danel Castro, quien colgó los spikes justo en el primer juego de esta temporada. Sin embargo, los Leñadores mantuvieron el mismo ímpetu que les había inculcado su referente durante más de tres décadas.

Con o sin atención mediática, Las Tunas logró igualar a los Tigres de Ciego de Ávila con tres coronas del béisbol cubano en su palmarés, y por lo que se ha visto, todo indica que el próximo año partirán nuevamente desde la pole position en busca del tetracampeonato. El equipo, la dirección y la afición tienen lo necesario para lograrlo, aunque en el resto del país sus éxitos pasen desapercibidos.

Las Tunas Campeón 🪓

Llegó el tercer título de Los Leñadores 🪓, el segundo de manera consecutiva 🥵 y el primero que logran en su bosque.

👉Game Over 🎮, Felicidades campeones 🏆🎉 pic.twitter.com/3gsky3MZIT

— La Hornilla 🔥⚾ (@LaHornilla1123) July 28, 2024

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