Foto: RL Hevia | Archivo CN360
Cada día se requieren menos ejemplos para evidenciar que los principales estados de opinión sobre el béisbol cubano se generan a partir de sucesos ajenos a los campos de juego. Se habla cada vez menos de un jonrón o de alguna jugada extraordinaria en la ofensiva. Se añoran los debates en las esquinas recordando alguna joya del pitcheo o un emocionante duelo que se fue a extrainnings.
El pasatiempo nacional de la isla se encuentra hoy inmerso en constantes polémicas, y son esos sucesos los que generan comentarios en las redes sociales. Lamentablemente, casi siempre con razones fundadas. La muestra más reciente ocurrió la víspera en Pinar del Río, durante la transmisión del partido entre los Vegueros locales y las Avispas de Santiago de Cuba, también en el marco de la III Liga Élite.
Durante una pausa entre innings, el periodista Yoan Piedra conversó con un destacado lanzador de todos los tiempos, el zurdo Omar Ajete. El deportista retirado, con una voz cargada de humildad, aprovechó los breves segundos frente a las cámaras de Tele Rebelde para denunciar la situación que viven los atletas retirados como él.
“Hermano, disculpe, pero aquí la atención hacia nosotros es deficiente en todos los aspectos. Incluso tenemos una tarjeta de combustible y es complicado conseguirlo…”, fue lo único que se escuchó del multipremiado lanzador antes de que bajaran el volumen de sus palabras y la señal televisiva interrumpiera abruptamente la entrevista en vivo que estaban realizando en una zona de las gradas del estadio Capitán San Luis.
Para que se vea el nivel de censura de la prensa oficialista en #Cuba… ayer, en medio de una transmisión en vivo, un periodista le preguntó a la gloria del deporte Omar Ajete sobre la atención que recibe del gobierno.
Esto es lo que ocurrió en televisión nacional. pic.twitter.com/tvDXeMK76Y
— Mag Jorge Castro🇨🇺 (@mjorgec1994) April 8, 2025
No es necesario destacar que lo más grave no fue la crítica del dos veces campeón olímpico, sino la censura que sufrió por revelar una situación real y palpable que impacta a muchos exdeportistas como él, quienes actualmente se sienten olvidados tras haber elevado el nombre de Cuba en el ámbito mundial durante muchos años.
Las críticas y denuncias hacia Tele Rebelde en diversas plataformas sociales no tardaron en llegar. El periodista Yasel Porto, mediante su página Dport Sport en Facebook, fue uno de los primeros en amplificar lo sucedido, calificándolo de increíble y completamente irrespetuoso.
“La culpa no recae ni en Ajete ni en el periodista Yoan Luis Piedra, quien hizo la pregunta correcta y su entrevistado respondió lo que siente a partir de su propia experiencia. Con o sin razón en lo que dijo, es su opinión y merece respeto. No debería ser censurada de una forma tan burda y absurda”, argumentó el también realizador radicado en Estados Unidos.
Por otro lado, Boris Luis Cabrera, uno de los cronistas de béisbol cubano más destacados que aún permanecen en la isla, consideró “penosa” la decisión de alguien de interrumpir las palabras de esa gloria del deporte cuando comenzó a expresar su descontento sobre la atención que reciben los atletas retirados de su provincia.
“No es necesario resaltar la importancia de expresar quejas, no solo de un atleta, sino de cualquier ciudadano en este país, para que sean escuchadas por aquellos encargados de resolverlas. Si Ajete, que todo aquel que lo conoce sabe que es un hombre íntegro, tomó esa oportunidad única que el periodista le ofreció, es porque se ha cansado de tocar puertas sin obtener respuestas”, añadió el reportero de Prensa Latina y Tribuna de La Habana en su publicación personal.
Por muy grave que parezca lo ocurrido, en pocos días será olvidado cuando otro incidente similar acapare titulares y genere nueva indignación. Esta ha sido la constante del béisbol cubano en los últimos años y no parece que vaya a cambiar en un futuro cercano. Lo más que se puede esperar de este caso es que algún directivo de la televisión ofrezca una disculpa por la falta de respeto, aunque ese “mea culpa” es poco probable.