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Donald Trump ha determinado que el Golfo de México ya no se denominará así. En su lugar, se llamará Golfo de América. Google ha acatado esta decisión, al menos en los mapas que se consultan dentro de Estados Unidos. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, no ha estado de acuerdo con este cambio y enviará una carta a la compañía tecnológica para que restaure el nombre antiguo.
Gulf of América, así aparecerá en los mapas para Estados Unidos, siguiendo el decreto donde Donald Trump ordena el cambio de nombre.
Desde X, la empresa ha comentado: “Hemos recibido algunas preguntas sobre los nombres en Google Maps. Contamos con una larga tradición en aplicar cambios de nombres cuando estos han sido actualizados en fuentes gubernamentales oficiales”.
En consecuencia, también se verá una actualización en el Sistema de Información de Nombres Geográficos (GNIS, por sus siglas en inglés).
Esta nueva modificación también afectará al Monte McKinley, situado en Alaska, nombre que rinde homenaje al presidente William McKinley (1897-1901), a quien Trump admira por su uso de aranceles como herramienta política y su trayectoria colonialista.
El presidente ha optado por eliminar la denominación indígena Denali, que fue propuesta por Barack Obama en 2015 para el pico más alto de este país.
Por su parte, Sheinbaum ha dejado claro que un país no tiene autoridad sobre el nombre de aguas internacionales. Ella mencionó, en este contexto, que una nación puede renombrar aguas de su plataforma continental, como es el caso del río que delimita la frontera entre México y Estados Unidos: el río Bravo para el primero, y el río Grande para el segundo.
Adicionalmente, destacó que “el decreto del presidente Trump se refiere a su plataforma continental, que es distinta a lo que abarca todo el Golfo. Supongo que Google Maps conocerá esta división internacional; también sabrá qué organismo es responsable de otorgar nombres a los mares internacionales,” concluyó la mandataria.