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La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció ayer el cierre de un importante acuerdo entre la agrupación que representa y Estados Unidos, el cual garantiza la llegada continua de embarcaciones con gas licuado a puertos europeos provenientes de Estados Unidos.
Este acuerdo, que se mantendrá vigente durante los próximos dos años, permitirá disminuir la histórica dependencia energética de Europa respecto a Rusia, en un contexto en el que Occidente ha impuesto una guerra económica sin precedentes a Moscú debido a la invasión rusa de Ucrania.
Los acuerdos, que también incluyen el hidrógeno, serán formalizados mañana viernes durante la visita del presidente estadounidense Joe Biden a Bruselas, en el marco de las cumbres de la OTAN y del G7.
Un convenio de esta naturaleza no solo proporcionará enormes beneficios económicos a Washington, sino que también reconfigurará el panorama energético en Eurasia, considerando que hasta ahora la Unión Europea importaba el 40% del gas que consumía desde Rusia.
Estados Unidos, un país con grandes recursos energéticos, actualmente compite con China por ser el principal exportador mundial de gas licuado y ahora se le presenta otra significativa oportunidad de mercado para su producción.
Recientemente, Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea encargado de asuntos de transición energética, manifestó lo complicado que sería reducir en dos tercios la dependencia europea del gas ruso antes de finalizar 2022. No obstante, este pacto con la Casa Blanca facilita ese objetivo, según los expertos.
En 2021, la Unión Europea importó 155 mil millones de metros cúbicos de gas natural de Rusia, según datos de la Agencia Internacional de Energía. Sin embargo, las crecientes tensiones con Moscú y la posibilidad de que Putin «cierre el grifo» de los hidrocarburos en respuesta a las sanciones económicas han acelerado las negociaciones para buscar otros proveedores.
Por ahora, Moscú no ha cancelado el suministro de hidrocarburos a Europa ni ha incrementado sus precios. Putin afirmó en una conferencia de prensa que su país cumplirá con sus compromisos, ya que valora su prestigio en el mercado. Sin embargo, Bruselas se apresura a hallar alternativas, no solo al gas estadounidense, sino también intensificando esfuerzos para utilizar fuentes de energía limpias y eficientes como alternativas al gas natural.
De acuerdo con expertos de Bloomberg, es poco probable que el plan de importación desde Estados Unidos incluya cantidades específicas y no se tratará de la firma de contratos a largo plazo, sino de establecer un marco de colaboración para asegurar el suministro en este momento crítico para Europa.
¿Qué más incluye el plan de acción de Europa para disminuir su dependencia de los combustibles rusos?
Bruselas se ha propuesto 10 objetivos para reducir las importaciones desde el gigante euroasiático, destacando la intención de no firmar nuevos contratos de suministro de gas con Rusia; reemplazar los suministros rusos con gas de fuentes alternativas; acelerar el desarrollo de nuevos proyectos eólicos y solares, y maximizar la generación de energía a partir de bioenergía y nuclear.