Fotos: WBSC
Texto: Alejandro Varela
El destacado Todd Frazier disparó un largo cuadrangular en la séptima entrada, marcando el cierre simbólico del Preolímpico de las Américas de béisbol mientras la pelota describía una parábola sobre el césped del Clover Park.
Conocido como “The Toddfather”, uno de los jugadores más destacados del certamen continental, Frazier aseguró así el lugar de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Tokio, tras vencer a Venezuela en el decisivo duelo final de la Súper Ronda este sábado.
Para Cuba, la clasificación de Estados Unidos parece hoy un hecho remoto y distante, a pesar de que ocurrió apenas tres días después del fracaso del equipo cubano en el torneo celebrado en el sur de Florida.
Al inicio del torneo, la mayoría de los cubanos, sin importar su ubicación, seguían con interés el desarrollo de los juegos. Sin embargo, el interés se desvaneció casi por completo tras la eliminación frente a Canadá, y solo los verdaderos aficionados continuaron al tanto de los eventos posteriores.
No hay lugar para reproches. Una vez más, la ilusión que había crecido se desmoronó abruptamente, abriendo viejas heridas que aún no han sanado. Así se vive y se siente el béisbol en la mayor isla del Caribe; es parte de nuestro ADN y de nuestra idiosincrasia.
Aunque la posibilidad de clasificar a los Juegos Olímpicos era complicada, el equipo cubano al menos aspiraba a obtener una de las dos plazas para el Clasificatorio final que se llevará a cabo próximamente en Puebla, México. En última instancia, Venezuela y República Dominicana, los otros dos equipos más fuertes del evento, buscarán el último lugar para la cita estival en la capital japonesa.
De fugas, abandonos y rumores
Sin embargo, las noticias para Cuba no concluyeron con la victoria sin importancia sobre Colombia en su último partido. La delegación se despidió un día después, dejando el mismo mal sabor que experimentó al llegar la semana anterior.
Si el cienfueguero César Prieto se robó la atención con su fuga justo al bajar del autobús en el hotel de West Palm Beach, otro abandono también marcó la despedida, ya que el psicólogo del equipo, Jorge Sile Figueroa, no se presentó el jueves en el aeropuerto de Miami para el vuelo de regreso a La Habana.
No obstante, lo que realmente sorprendió fue la decisión del lanzador Lázaro Blanco de quedarse en Estados Unidos, cuando debía volar a México el viernes para unirse a los Saraperos de Saltillo en la Liga Mexicana, bajo contrato de la Federación Cubana de Béisbol (FCB), junto a su compatriota Carlos Viera.
El principal lanzador de las selecciones nacionales en los últimos cinco años tomó una decisión inesperada pero cuestionable, dado que a sus 35 años es improbable que logre llegar a las Grandes Ligas.
Ese es el sueño de todos los jugadores que abandonan Cuba, aunque Blanco declaró a medios locales en Miami que su objetivo es probarse a cualquier nivel o trabajar en lo que sea para ayudar a su familia.
El hecho de ofrecer entrevistas también resulta sorprendente en el inesperado giro del as granmanse, ya que exclusivas de este tipo no son comunes. Seguro debió obtener algún beneficio, o tal vez fue parte de un acuerdo con quienes gestionaron su «permanencia». Ningún pelotero que deja una delegación en el país norteamericano lo hace sin un plan concreto o al menos sin alguien que lo respalde.
Los aficionados cubanos todavía procesaban la decisión de Lázaro Blanco, cuando la incertidumbre volvió a reinar justo antes del último juego del Preolímpico entre Estados Unidos y Venezuela en Port St. Lucie. El lanzador Andy Rodríguez, contratado por la Liga Japonesa, desapareció repentinamente, y varios medios informaron que decidió romper su vínculo con la FCB y quedarse en Estados Unidos.
El cerrador de Industriales había permanecido en Florida a la espera del vuelo que lo regresaría a Japón el lunes junto con sus compañeros Liván Moinelo y Alfredo Despaigne de los Halcones de Softbank, así como Raidel Martínez y Yariel Rodríguez de los Dragones de Chunichi.
La noticia fue anunciada primero por Swing Completo el sábado, pero no fue hasta esta mañana que el periodista Francys Romero confirmó que Rodríguez no abordó el avión a las 7:00 am en el aeropuerto de Miami.
¿Y el futuro?
Frente a todos estos acontecimientos, resulta pertinente cuestionarse qué hubieran decidido estos miembros de la delegación que optaron por quedarse en Estados Unidos si el equipo hubiese conseguido el pase olímpico a Tokio o al menos avanzaba al Clasificatorio final del mes próximo.
La realidad, quizás difícil de asimilar en este momento, es que el béisbol cubano se desangra nuevamente al perder a algunas de sus figuras más destacadas de los últimos años. Ante la imposibilidad de transformar de inmediato todo lo que necesita renovación -porque el béisbol refleja la situación del país y sabemos cómo funciona Cuba- el camino a seguir dentro de lo permitido es ampliar la convocatoria a los peloteros que juegan en el extranjero de manera independiente.
Las miradas deben centrarse principalmente en Japón, donde se encuentran dos estrellas como Dayán Viciedo y Lionys Martín, ambos con experiencia en la MLB y excelente desempeño en lo que se considera la segunda mejor liga del mundo. Las gestiones para su inclusión deben comenzar desde ahora con miras a los principales eventos internacionales futuros.
También se debe considerar a otros exponentes consolidados en las ligas del Caribe. El nombre de Henry Urrutia fue mencionado para este Preolímpico, pero nunca se concretó su convocatoria. Asimismo, está el bateador de alto nivel Dariel Álvarez, quien incluso fue nombrado MVP de la Liga ARCO Mexicana del Pacífico.
Estos son solo ejemplos de los jugadores más reconocidos, pero hay muchos más con talento y calidad, sin necesidad de enfocarse únicamente en las luminarias de las Grandes Ligas o en aquellos prospectos con conexiones con alguna organización estadounidense. Es una cuestión de ser realistas, pero también de tener la voluntad de cambiar mentalidades en la isla, el proceso más complicado de todos.
En esta situación, se destaca otra parte de la problemática: cómo se gestiona el equipo nacional desde la dirección. Es hora de poner fin a las constantes sustituciones de managers y de considerar ese puesto como un premio para el ganador de la Serie, un torneo completamente diferente a los estándares cualitativos de los eventos internacionales en los que participa Cuba.
Con el cierre del Preolímpico, el béisbol cubano entra en una fase de introspección, esperando la próxima temporada nacional, cuya fecha de inicio y quién estará a cargo siguen siendo inciertos, pues el puesto de Comisionado Nacional que dejó Reinoso permanece vacante. ¿Nombres, aspirantes, nueva estructura? Todo esto serán temas de otra próxima historia.