Cuba: una necesidad urgente de turismo en ¿2021?

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Texto: Darcy Borrero

Previo a la llegada del «nuevo» coronavirus aislado en Wuhan a Cuba en marzo de 2020, el Ministerio del Turismo de la isla tenía una misión específica: captar 4,5 millones de visitantes internacionales y revertir la caída observada en 2019, que cerró con 4,27 millones. Sin embargo, la pandemia transformó la realidad para esos millones de turistas, quienes se encontraron con maletas listas o a medio preparar, y especialmente con muchos proyectos archivados debido al mandato global de quedarse en casa.

La isla caribeña se convirtió en uno de los muchos destinos perjudicados por el confinamiento, y el impacto del descenso del turismo fue aún más crítico para un pequeño país insular que depende en gran medida de su atractivo tropical.

Esto explica la frenética búsqueda del gobierno por mantener la llegada de turistas internacionales, incluso después de varios días tras la detección del virus en la isla, así como las apresuradas reaperturas de aeropuertos y hoteles, en particular en destinos turísticos como la cayería norte.

La pandemia ya había sido declarada cuando una de las agencias del Mintur, el ministerio encargado de esta industria, comenzaba a invitar a los clientes al trópico. Para ello se utilizó información que luego fue científicamente rechazada, acerca de que las altas temperaturas del archipiélago impedirían la propagación del virus.

“Cuba un destino seguro” promovieron, entre otros, operadores turísticos como Havanatur y Cubatur, que apelaban a la supuesta correlación no comprobada entre el clima cálido y la diseminación del virus, ofreciendo “paquetes de sol y playa”.

Temporada alta con COVID-19

Pareja de turistas en la Plaza de la Catedral habanera

A pesar de que al cierre del domingo 8 de noviembre había 3,181 pacientes bajo vigilancia epidemiológica (754 sospechosos, 1,931 en vigilancia y 496 confirmados), el Mintur anunció en Twitter que el aeropuerto de Jardines del Rey recibiría el lunes a viajeros de #Canadá y #Rusia.

En un tuit anterior, informaron que el aeropuerto estaba operando y no había sufrido daños tras el paso de la tormenta tropical #Eta.

La estrategia de las autoridades cubanas a principios de 2020, cuando el coronavirus parecía algo remoto y no había comenzado a extenderse globalmente, era potenciar el turismo ruso y recuperar cuotas de otros mercados europeos tradicionales.

Por ello, no sorprende ver en la cuenta de Twitter del mencionado ministerio una predominancia de información relacionada con turistas de países como Rusia y Alemania. El Mintur retuiteó al primer ministro de Cuba y ex titular de Turismo, Manuel Marrero, quien indicó en esa red social: “Me reuní con el Presidente de la Aerolínea Condor y los Presidentes de los principales Turoperadores alemanes, quienes llegaron con 150 agentes de viajes para comprobar la vitalidad de nuestro turismo e iniciar operaciones”.

#CubaDestinoSeguro #TurismoConCalidad fueron los hashtags utilizados por el primer ministro. Además, en su cuenta se informa que “llegó al aeropuerto Juan Gualberto Gómez en #Varadero, un vuelo de la aerolínea Condor procedente de Alemania”.

“Condor reinicia operaciones a este destino con seis vuelos semanales desde Frankfurt y Dusseldorf”, se indica. Por su parte, la representación de este Ministerio en Colombia destacó la llegada a #JardinesdelRey de un vuelo de la aerolínea Azur procedente de Moscú “en la mañana de hoy”.

“Al llegar, los visitantes son examinados por personal médico para detectar síntomas respiratorios, y se les toma la temperatura”, dice el comunicado, continuando la promoción con #CubaTuDestinoSeguro.

A nivel global, el país presenta estas cifras: “De los 7,349 pacientes diagnosticados con la enfermedad, se mantienen ingresados 496 confirmados (6.7%), de los cuales 492 (99.1%) evolucionan de manera estable”. Al cierre del 8 de noviembre “se reportaron 130 fallecidos, dos evacuados, 41 altas del día y 6,721 pacientes recuperados (91.4%), con cuatro pacientes en cuidados intensivos, de los cuales dos son críticos y dos graves”.

El 12 de febrero de este año, el actual ministro cubano de Turismo, Juan Carlos García, presentó durante una intervención en la televisión estatal las proyecciones para la industria turística cubana. Considerada, junto con la exportación de servicios médicos, como la locomotora de la maltrecha economía del país, sufrió una caída del 9.25% en 2019.

En ese momento, el turismo proveniente de Rusia ocupaba el segundo lugar, superado solo por Canadá, en el ranking de países emisores de visitantes a la isla caribeña. “El mercado ruso ascendió del décimo al cuarto lugar a finales de 2019, con un incremento del 30% y un récord de 178,000 viajeros, y este año la Feria del Turismo de Cuba estaría dedicada precisamente a esta nación como invitada de honor”, publicó en ese momento la web Hosteltur.

Repunte de la demanda internacional para el tercer trimestre de 2021: ¿Y Cuba?

Turista en almendrón por la Habana Vieja

El pasado 15 de octubre, a solo diez semanas del cierre del año, Varadero reabrió sus puertas al mercado internacional. Esta reapertura, realizada bajo estrictas medidas sanitarias, fue calificada por los medios estatales como “un paso importante para la recuperación de la industria turística cubana”.

Mientras tanto, el Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo (OMT) anticipa un crecimiento en el turismo internacional en 2021, especialmente durante el tercer trimestre, correspondiente a los meses de verano. Sin embargo, las opiniones están divididas: un 20% de los expertos indican que este repunte no sucederá antes de 2022.

Según un comunicado de prensa de la organización titulado «El turismo internacional cae un 70% mientras las restricciones de viaje afectan a todas las regiones», las restricciones de viaje se consideran el principal obstáculo para la recuperación del turismo internacional, junto con la lenta contención del virus y la baja confianza de los consumidores.

La caída del 70% en las llegadas internacionales durante los primeros ocho meses de 2020 alcanzó sus niveles más bajos en las semanas de verano, que suelen ser las más movidas del año. El Barómetro OMT del Turismo Mundial indica que las llegadas internacionales cayeron un 81% en julio y un 79% en agosto.

No existe una respuesta global coordinada para asegurar protocolos armonizados frente a la crisis de movilidad ocasionada por la pandemia más grande del siglo, mientras la recesión económica continúa siendo mencionada por los expertos como un freno crucial para la recuperación.

Sin embargo, la maquinaria del turismo en Cuba no se ha detenido. El Ministerio ha estado activo en las últimas semanas, promocionando sus etiquetas: #CubaTravel #Cuba #CubaTuDestinoSeguro, mientras el ministro de Turismo y el de Cultura firman un convenio para la creación y funcionamiento de la Comisión Cultura-Turismo, que estará presidida por el Vice Primer Ministro, Roberto Morales Ojeda, y la miembro del Buró Político, Lázara Mercedes López Acea.

Un reciente informe publicado por la Organización de Turismo del Caribe (CTO por sus siglas en inglés) y citada por el portal Cubainformación, revela que Cuba lidera las búsquedas de viajes al Caribe para el primer trimestre de 2021 entre potenciales turistas canadienses y españoles. También menciona que, en la lista de los cinco principales destinos en el Caribe según las búsquedas, Cuba se posiciona en el segundo lugar entre los británicos, tercer lugar entre los franceses y quinto lugar entre los estadounidenses.

Sin embargo, algo parecía no estar bien con el turismo receptivo cubano desde antes de la pandemia; la caída que se había registrado a finales de 2019 se repitió en enero de 2020, con un notable descenso en los arribos internacionales, un 19.6% menos que en enero de 2019, lo que significó una pérdida de más de 95,000 turistas en ese período.

Aunque a nivel mundial el desplome hasta agosto representa 700 millones menos de llegadas en comparación con el mismo periodo de 2019, con una pérdida de 730,000 millones de dólares en ingresos de exportación relacionados con el turismo internacional, en Cuba la “enfermedad” se había manifestado antes.

Después de un año 2019 con resultados negativos para el turismo (-9%), la isla revisó el funcionamiento de su segunda industria más importante. La Oficina Nacional de Estadísticas e Información de Cuba (ONEI) publicó un informe con cifras recientes de llegadas internacionales, que reflejaban un total de 982,134 entre enero y marzo de 2020, en comparación con 1,470,457 durante el mismo período del año anterior, de los cuales 941,449 eran turistas por ocio, recreación y vacaciones. En contraste, el primer trimestre de 2020 atrajo a 1,361,605 visitantes por esos motivos.

Expertos en la industria turística estiman que la pérdida de esta industria es ocho veces mayor que la sufrida en 2009 durante la crisis económica y financiera mundial. Para el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, es urgente “reanudar la actividad turística de manera segura, en el momento adecuado y de forma coordinada”.

¿Cómo se posiciona Cuba en esta necesidad? Aparentemente, la estrategia nacional se dirige en múltiples frentes; a diferencia de otros destinos que se han apresurado a abrir, incluso proponiendo turismo de larga estancia y servicios de mayordomía, hay lugares en el país que se reservan para diciembre. El balneario Santa Lucía, en la provincia de Camagüey, es un ejemplo. “La aerolínea Nordwind reanudará vuelos directos entre el país euroasiático y esta ciudad a partir de diciembre cada diez días, con capacidad para más de 400 pasajeros”, comentó la delegada del Ministerio del Turismo en la zona.

Su estrategia, su as bajo la manga, es la esperada temporada alta, que comenzará el 1 de diciembre con la llegada de los primeros viajeros a través del turoperador ruso Pegas Touristik. La recuperación a nivel nacional aún se vislumbra como una misión complicada.

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