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El Comité Olímpico Internacional (COI) ha manifestado su inquietud por el acuerdo de patrocinio que la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA) ha establecido con la empresa estatal rusa Gazprom, mientras un equipo de investigación ha revelado que la manipulación de combates persiguió incluso cinco años después de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
En un informe preliminar sobre AIBA, la directora de ética y cumplimiento del COI, Pâquerette Girard Zappelli, puso en tela de juicio la naturaleza del contrato con Gazprom, advirtiendo que la federación en conflicto podría estar volviéndose excesivamente dependiente de la empresa para su financiamiento.
La situación financiera de AIBA, junto con su gobernanza y el comportamiento de jueces y árbitros, fue un factor determinante en la decisión del COI de suspender a dicha federación en junio de 2019 y excluir temporalmente ese deporte del programa inicial para los Juegos de 2028 en Los Ángeles.
No se han hecho públicos los términos exactos del convenio entre AIBA y la multinacional energética, aunque AIBA ha indicado que este ha contribuido a mitigar su crisis financiera.
Un informe elaborado por la firma de auditoría EY indicó que el acuerdo estaría en vigor desde abril de este año hasta diciembre de 2021, confirmando que AIBA recibió el 100% de la cantidad pactada en la primera mitad de 2021 como pago anticipado.
Según EY, las condiciones del contrato con Gazprom han permitido a AIBA «cubrir completamente» sus gastos hasta el 30 de junio, así como financiar los gastos previstos hasta el 30 de junio de 2022.
AIBA llevó a cabo el mes pasado un Campeonato Mundial en Serbia, donde por primera vez se otorgaron premios por un total de 2.6 millones de dólares. Los boxeadores cubanos recibieron cerca de medio millón, pero al regresar la delegación a La Habana, tanto los directivos como la prensa estatal se centraron únicamente en las medallas, sin mencionar el dinero. Se desconoce si los púgiles cubanos han recibido esa suma, la cual podría verse afectada por el embargo estadounidense.
La suspensión de AIBA por el COI resultó en que se le prohibiera cualquier participación en la gestión del torneo de boxeo en Tokio 2020, que fue organizado por el comité olímpico.
Por otro lado, un informe sobre los Campeonatos Mundiales Masculinos de la AIBA de este año, realizado por PricewaterhouseCoopers, advirtió que el sistema de jueces implementado en el evento de Serbia «no es tan independiente de la influencia humana como debería ser» y, por lo tanto, deja la puerta abierta a problemas similares a los que se habían encontrado en el pasado.
Se sospecha que al menos 11 combates fueron manipulados durante los Juegos Olímpicos de Río 2016, mientras que un segundo informe del abogado canadiense Richard McLaren, publicado esta semana, reveló que la manipulación de peleas continuó en eventos relevantes de la AIBA durante cinco años después de los Juegos en la ciudad brasileña.
McLaren expuso que se produjeron manipulaciones en combates que incluyeron el Campeonato Mundial Juvenil de este año en Polonia, en un nuevo informe sobre amaños de peleas y corrupción dentro de AIBA.
Un «personaje central» en esta trama fue el exdirector ejecutivo Karim Bouzidi, un francés que lideró el esquema de «manipulación de combates» durante los Juegos Olímpicos de Río 2016. Bouzidi también fue responsable de la cancelada Serie Mundial hace tres años.
El equipo de investigación halló peleas sospechosas en el Campeonato Mundial Juvenil AIBA 2021 en Polonia, así como en el Mundial Juvenil de 2016 en San Petersburgo.
McLaren fue contratado por la propia AIBA para contribuir a la lucha contra la corrupción.
Durante el torneo olímpico de Río 2016, 36 árbitros y jueces de boxeo, incluyendo a un cubano, fueron suspendidos.