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El trágico asesinato de la cantante, compositora y bailarina cubana Dayami Lozada Toledo, ocurrido el sábado pasado en Cancún, México, ha causado un profundo dolor entre su familia y una parte de la comunidad cubana en la diáspora, que aguarda información sobre este crimen, del cual se conocen apenas algunos detalles hasta ahora.
Conocida como La Barbie de la Salsa, la artista recibió cinco disparos en su cuerpo mientras se encontraba en el patio de su casa, ubicada en la calle Hacienda Ciénaga de la Supermanzana 201, en el municipio de Benito Juárez, en el destino turístico de Quintana Roo. Según vecinos, dos hombres en moto, cuya identidad aún no se ha determinado, fueron vistos huyendo del lugar tras cometer el asesinato.
Al arribar al sitio del crimen, la Policía de Quintana Roo acordonó el área mientras los Servicios Periciales y los agentes de investigación de la Fiscalía General del Estado (FGE) llegaban al lugar.
Las autoridades de Cancún han informado que el asesinato se encuentra en fase de investigación, pero aún no se han proporcionado más detalles sobre este hecho violento.
Lozada, madre de tres hijos —dos varones de 5 y 8 años, y una hija de 20 años— estaba en pleno ascenso en su carrera, logrando cada vez más popularidad en el circuito de los clubes nocturnos de Cancún, según un productor cubano que se encuentra en la región y que prefirió permanecer en el anonimato.
“Tenía un gran carisma y lograba conectar muy bien con el público que asistía a sus shows”, añadió el productor.
Originaria de La Habana, Lozada se trasladó a México en 2006 y ya era un rostro familiar en los clubes de Cancún, donde reside una significativa comunidad cubana que incluye a varios artistas.
Como se mencionó, la policía no ha emitido un comunicado oficial sobre el avance de la investigación. Sin embargo, ha surgido la posibilidad de que se trate de un feminicidio o un asesinato relacionado con el crimen organizado, ante la suposición de que la salsera podría haber rechazado alguna propuesta peligrosa.
Se sabe que los hijos menores de edad de la cubana están bajo la custodia del Gobierno de México, que les ha proporcionado protección hasta que se concluya la investigación.
El asesinato de la artista cubana se presenta en medio de un aumento de la violencia en Cancún, una de las ciudades más peligrosas de México, donde la tasa de criminalidad asciende al 36,3% y se reportan 307 homicidios en una población de 911.503 habitantes, según el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
