Texto: Hugo León
Foto de referencia: Archivo CN360
Una importante operación de control migratorio llevada a cabo durante cuatro días en Florida por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) culminó con casi 800 inmigrantes arrestados.
La operación, conocida como «Tidal», fue considerada un gran éxito por ICE, gracias a la colaboración entre agencias federales y locales para implementar las políticas migratorias de la administración de Donald Trump.
Este es el ejemplo más reciente y notable de redadas antiinmigrantes en Florida, un estado que alberga a millones de migrantes, tanto documentados como indocumentados.
Según los informes divulgados tras la operación, el enfoque principal fueron los inmigrantes indocumentados que tenían órdenes de deportación. En este contexto, aproximadamente 275 de los arrestados se encontraban en esa situación, mientras que el resto enfrentaba violaciones migratorias o diferentes cargos pendientes.
El gobernador republicano Ron DeSantis celebró el éxito de la operación en su cuenta de X (anteriormente Twitter), reafirmando el compromiso del estado con las políticas migratorias de Trump y destacando que Florida está a la vanguardia en la cooperación con el Gobierno federal en este asunto.
Esta significativa operación de ICE ocurre después de que la mayoría de las ciudades firmaran acuerdos con la agencia federal para el control migratorio, lo que les permite participar en la identificación y detención de inmigrantes indocumentados bajo la supervisión de agentes federales.
Sin embargo, estos acuerdos han encontrado resistencia en varias comunidades, donde las agencias policiales estatales, municipales y del condado han expresado su inconformidad con el mismo.
Mientras tanto, existe la percepción de que el alcance real de las deportaciones de inmigrantes está por debajo de las metas establecidas por el Gobierno.